Las personas no cambiamos mucho, creo que es difícil que alguien reaccione diferente de como siempre lo ha echo.
hay cosas que no necesitan confirmarse, uno simplemente esta seguro de ellas, sin saber siquiera si son buenas o malas, son parte de uno de una forma que... no precisan de pruebas y siempre me dibujan una sonrisa
Este viaje me mostró no solo que sigo siendo prejuicioso, la lección que me enseño fue una que me calló la boca de una manera muuuy grata. Para este go-live estaba muy renuente, sabía que iba estar feo, sin embargo en los lugares menos esperados la vida me vuelve a enseñar que hay cosas extraordinarias en donde sea, yo esperaba un lugar difícil, feo, incluso peligroso y ahora regreso con la grata sensación que aun en esos lugares hay cosas que valen la pena, no contaba con el hermoso panorama de los volcanes ni con el cómo la naturaleza afecta la vida cotidiana de un lugar, pero más allá de ese tipo de cosas, me topé con las del tipo de los humanos. He conocido a una persona de las que ya no hay e irónicamente fue en la parte más ruda, dura, fría y pesada del proceso de la agencia en la que estuve, resulta que me encontré a la persona más sencilla, cálida, sensible, amable, ordenada, dedicada, agradable y sobre todo sencilla, cosa que jamás ni remotamente pensé encontrarme. José Edi Rojas Palma es el almacenista de esa agencia, ahora ya jefe de almacenes (nadie se merece más los ascensos que este tipo de personas) gracias a él cambió mi día a día dentro de la agencia y mi perspectiva sobre el lugar, la renuencia con la que llegué se fue desmoronando al convivir cada día con él, me enseñó muchas cosas técnicas, porque en verdad es muy dedicado a su labor, pero la forma en que me transmitió lo que sabe me enseñó mucho más que el contenido mismo, en unos pocos días logramos construir una amistad basada en la calidez, honestidad sobre todo, en la sencillez, él es un tipo increíble, porque siempre he pensado que lo más difícil de las cosas es hacer lo difícil simple, lo complejo en sencillo, porque a parte de que pocos lo pueden hacer, hay incluso quienes creen que entre más complicados luzcan son mejores, pocos tienen como fin la sencillez y la capacidad de conseguirla, Edi es uno de ellos, él hace las cosas simples, no busca lucimiento, su dedicación y simpleza se lo dan, así se lo reconocen quienes están a su alrededor, y sobre todo su buena actitud para con la vida aun y cuando las cosas están pesadas y difíciles. Creo que una vez más yo fui el afortunado por haber podido conocer a alguien así, son de las persona que siempre al recordarlas logran una sonrisa en uno, siendo sincero aun siento la nostalgia de la despedida, pues yo no me esperaba tanto de su parte, incluso no me lo esperaba del lugar en general, cuando fui con todo y mi maleta a la cabina del almacén a despedirme noté que él estaba triste, yo también lo estaba de cierto modo, pero no quería mostrarlo, sin embargo, al ver que el no lo quería ocultar, es más, no le interesaba ocultarlo, sino todo lo contrario, fue inevitable que me derrumbó y me fue imposible no mostrarle mi sentir (esa creo que fue su ultima lección para conmigo), así que lo abracé muy sinceramente para agradecerle su amistad, más allá de la gratitud por lo que hizo por mi y de todo lo que me enseñó. El hecho de saber que se terminaba mi participación en esa agencia fue triste y eso que yo iba con la idea de terminar rápido para regresar lo más pronto posible.
Hoy llego a la conclusión de que hay que dejar de gastar el tiempo en cosas plásticas, para mejor pasar el mayor tiempo posible con quienes amamos (hasta lo más que se pueda), para amar la vida, para vivir dignamente, para pasar el tiempo y los días en este planeta de una mejor manera... de una gran manera, para ser un poco como Edi y otras cuantas personas memorables.
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