Curso de verano julio 13 – agosto 14, 2009
La tierra es un lugar extraño para vivir, la vida da sorpresas, de pronto uno se encuentra en la nada y sin más ni más conoces personas que llegan a ser entrañables, y de las que aprendes y retomas cosas que jamás creíste poder recuperar, te das cuenta que cuando te sientes perdido lo simple es lo correcto, lo verdadero no falla, te regresa la visión acerca de qué es lo que hace uno viviendo, incluso da inspiración. Pocas personas te hacen sentir extraordinario, y son reciprocas, me refiero a que recibes de ellas lo mismo que les das.
Pensé que les estaba enseñando y transmitiendo “cosas” sin embargo al final de mi jornada nuevamente me topo con que el que salió con la mejor parte fui yo, me regresaron algo que ya creía perdido, mejor dicho, lo revivieron. Justo del lugar que menos creí que me ofreciera algo me encuentro que conozco a las personas que me vuelven hacer sentir vivo y que se que no solo yo me llevo algo de ellas, sino que también ellas se llevan mucho de lo mejor de mi.
Ahora pareciera que todo pasó muy rápido y quisiera una semana más, pero se que una semana más no sería suficiente, siempre supe que este momento tendría que llegar por más que tratáramos de prolongarlo. Una experiencia maravillosa, intensa, única siempre deja secuelas, tristeza, melancolía, un nudo en la garganta, pero a diferencia de algunas otras ocasiones, esta vez tendré un recuerdo acompañado de una sonrisa, claro que se sentirá añoranza por esos días, pero es parte de lo que le da sentido a esos momentos, y que me hacen valorarlos como únicos.
Espero algún día volver a verlas, y que al cabo de los años ellas me recuerden con cariño, espero haberles dejado un hermoso e importante recuerdo, por mi parte de todo esto me quedo con una cosa: La vida en la tierra es dura, dolorosa, se sufre, se pasa hambre, penas, pérdidas, pero no por eso vamos a vivirla de malas o tristes, pues uno nunca sabe si nos espera una gran sorpresa a la vuelta.
Ahora con el regreso al Tec puedo sentir el contraste de lo frívolo de las instituciones, de los sistemas que operan independientemente de las personas que los forman, pues estas siempre son sustituíbles, no hay mucho espacio ni tiempo hoy en día en nuestras vidas para poder valorar cosas que no tienen que ver con la economía, cosas materiales, intelecto, capacidad técnica, desarrollo profesional, estatus, a todas estas las hemos sobreestimado y hemos hecho girar a nuestra sociedad en torno a ellas, como un eje único de nuestras vidas. No se me mal entienda, no estoy en contra de estas “cosas” es solo que derepente me llegan a parecer demasiado mundanas o poco importantes como para dedicarles toda una vida exclusiva a ellas.
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